BIRDLAND no es solo un álbum; es una obra maestra que encapsula la esencia de la música a través de la fusión de géneros que, bajo la dirección de Mieke Miami y el productor Benjamin Spitzmüller, se transforma en una experiencia auditiva mágica. Desde las primeras notas, el oyente es transportado a un mundo donde el jazz, el soul y la electrónica coexisten en armonía, creando un paisaje sonoro que es tan nostálgico como innovador. Recuerda a los veranos interminables y a los días en que el jazz dominaba los clubes de Nueva York. Los doce temas escritos, interpretados y coproducidos por Mieke Miami son un testimonio de su habilidad para crear música que no solo se escucha, sino que se siente. La flauta resplandece sobre teclas suaves, mientras que las líneas de bajo funky y la percusión vibrante sustentan instrumentos de viento que envuelven al oyente en un abrazo sonoro. Todo esto es coronado por la voz de Miami, clara y poderosa, que baila elegantemente sobre las composiciones.
El título BIRDLAND es un guiño al jazz de los años 70, evocando la pieza de fusión de Joe Zawinul con Weather Report y el legendario club de jazz de Nueva York. Sin embargo, Miami y Spitzmüller no se limitan a recrear el pasado; en su lugar, infunden cada pista con una nostalgia melancólica por los sonidos innovadores de esa época, mientras miran hacia adelante, imaginando un futuro donde esa música sigue siendo relevante y poderosa. Mieke Miami no se deja encasillar por las fronteras de los géneros musicales. En **BIRDLAND**, ella explora un cruce sutil pero constante entre lo antiguo y lo moderno, lo clásico y lo contemporáneo. La versión relajada de “Son of a Preacher Man” es un ejemplo perfecto de cómo Miami juega con las expectativas del oyente, hundiendo la pieza en una neblina psicodélica de flautas brillantes y sonidos de sitar. Mientras tanto, “The Tiger and The Snake” muestra la influencia del hip-hop en su trabajo, con un verso que hace un guiño al estilo de Pamela Long en el clásico “Hypnotize” de The Notorious B.I.G.
Lo que hace que sea verdaderamente especial es su capacidad para transformar la fusión de géneros en una visión coherente del futuro de la música pop. Bajo la producción de Benjamin Spitzmüller y la dirección creativa de Mieke Miami, el álbum se convierte en una fusión dorada de jazz, big band, soul, composición y electrónica. Estos géneros, raramente combinados, brillan juntos en BIRDLAND como una promesa del futuro del pop, un futuro donde la música es más rica, más profunda y más poderosa que nunca. El album es una joya que no solo celebra el pasado, sino que también ofrece una visión esperanzadora y emocionante del futuro de la música. Bajo el sello de **Sonar Kollektiv** en formato digital y **Edition Dur** en vinilo, este álbum es una obra de arte imprescindible para cualquier amante de la música que aprecie la fusión de géneros y la innovación sonora.